
En la pintoresca ciudad argentina de Santa Fe, Luján Eroles se topó con un visitante en su jardín que la dejó sin palabras. Al principio, lo confundió con una serpiente, pero pronto descubrió una criatura fascinante con un disfraz sorprendente.
La oruga, que medía 10 centímetros de largo, había desarrollado un mecanismo de defensa extraordinario: imitaba a una serpiente para disuadir a los depredadores. Sus rasgos similares a los de una serpiente y sus peculiares ojos provocaron tanto asombro como curiosidad entre Eroles,
sus vecinos y las comunidades en línea.
A medida que se difundía la noticia del descubrimiento, los expertos identificaron a la criatura como una especie rara de oruga de polilla nativa de América Central, probablemente una oruga de polilla halcón elefante. Su ingeniosa estrategia de defensa consiste en imitar la apariencia de una serpiente, con “marcas en los ojos” para engañar a los depredadores y hacer que la perciban como más grande de lo que es.
Este encuentro casual resalta la notable biodiversidad y adaptabilidad de las especies en el mundo natural. El mimetismo único de la oruga sirve como testimonio de las intrincadas estrategias que emplean los organismos para sobrevivir.
¡Comparte tus pensamientos sobre esta asombrosa criatura y su notable mecanismo de defensa en los comentarios!