
Una tormenta de críticas ha caído sobre la autora y educadora Deanne Carson tras su sugerencia de que los padres deberían pedir el consentimiento de los bebés antes de cambiarles los pañales, lo que ha provocado un debate que ha dividido la opinión.
Los comentarios de Carson, emitidos en ABC News, abogaban por lo que ella denominó una “cultura del consentimiento” dentro de los hogares, instando a los padres a pedir verbalmente el permiso a los recién nacidos antes de iniciar el cambio de pañales. Mientras que algunos han aplaudido sus esfuerzos por promover la autonomía corporal desde una edad temprana, otros han ridiculizado su postura como absurda y poco práctica.
El segmento, que luego se presentó en el programa “Outsiders” de Sky News Australia, provocó comentarios mordaces del presentador Rowan Dean, quien calificó la idea como una “locura de izquierdas” y se burló del concepto de buscar el consentimiento de los bebés. El furor en línea que siguió impulsó a Carson al centro de atención, lo que la impulsó a defender su posición en las redes sociales.
En una publicación de Facebook dirigida a sus críticos, Carson reafirmó la importancia de enseñar el consentimiento a los niños pequeños, citando estadísticas alarmantes sobre agresión sexual para subrayar la urgencia de su mensaje. A pesar de su apasionada súplica, los comentarios de Carson han recibido tanto elogios como condenas de los internautas, lo que destaca la naturaleza polarizadora de su defensa.
Si bien algunos han elogiado a Carson por su dedicación a la prevención del abuso y la defensa de los derechos de los niños, otros han criticado su enfoque como excesivo y extravagante. La ex candidata al Senado de Nueva Gales del Sur, Kirralie Smith, llegó al extremo de calificar la propuesta de Carson de “negligencia y abuso infantil”, argumentando que no tiene en cuenta los aspectos prácticos del cuidado infantil y la higiene infantil.
Sin embargo, en medio del alboroto, han surgido voces de apoyo, con grupos de defensa como Facts Without Frenzy que se unen a la causa de Carson. Argumentan que sus enseñanzas se alinean con las mejores prácticas internacionales en materia de prevención del abuso y brindan una guía crucial para los padres que tienen conversaciones delicadas con sus hijos.
El debate ha dejado a muchos lidiando con preguntas complejas en torno al consentimiento, la autonomía corporal y el papel de los cuidadores en el fomento de relaciones saludables con sus hijos. Si bien algunos ven las recomendaciones de Carson como un paso adelante progresista, otros sostienen que se acercan peligrosamente al absurdo, trivializando la gravedad de cuestiones como la agresión sexual.
Mientras el discurso continúa, una cosa sigue clara: el llamado de Carson al consentimiento en el cuidado infantil ha encendido una tormenta de controversia que no muestra signos de disminuir. Solo el tiempo dirá si sus propuestas representan un cambio revolucionario en las normas de crianza o una extralimitación equivocada. Hasta entonces, el debate continúa, alimentado por voces apasionadas de ambos partidos.